Al asegurar que el medicamento indicado siempre esté presente, se reduce la automedicación, se fortalece la confi anza en el sistema y se evita que la pobreza se traduzca en enfermedad sin tratamiento.
La gira presidencial no fue el final de un camino; apenas es la bitácora de arranque. Dejó claro que la forma puede definir el fondo: organizar la salud por territorio y no por oferta.
México todavía enfrenta retos importantes. Un sistema de salud, basado en los principios de equidad y justicia social no puede construirse desde un escritorio; requiere un movimiento de abajo hacia arriba, en el que toda la comunidad sea protagonista.